Canarias reúne al pensamiento europeo y latinoamericano

Canarias reúne al pensamiento europeo
Gianni Vattimo, Ernesto Laclau, Chantal Mouffe, Joan Busquets, Jorge Alemán, Paula Sibilia y Javier Tolentino se encuentran en Las Palmas de Gran Canaria para hablar de 'La vida que viene'

'Latinoamérica, laboratorio mundial', IV edición del Seminario Atlántico de Pensamiento, es la gran cita prevista para 2011 

Las Palmas de Gran Canaria se está convirtiendo discretamente en un espacio del saber de referencia internacional acerca del estado de la época. Y, a su vez, en un punto de encuentro entre intelectuales europeos y latinoamericanos que, por lo demás, en 2011 tiene proyectada una cita de gran calado: Latinoamérica, laboratorio mundial. Reflexionar sobre el curso general de los acontecimientos y sobre el sujeto del siglo XXI y, en definitiva, indagar en el horizonte del saber, la creación y el poder, ocupa un lugar prominente en el mapa cultural de esa ciudad desde que en 2005 se puso en marcha el Seminario Atlántico de Pensamiento (www.seminarioatlantico.org).

La propia dimensión atlántica, fronteriza e híbrida, así como la condición de gozne tricontinental de la primera capital del Archipiélago canario –un singular territorio europeo, físicamente situado en África y con una secular proyección latinoamericana- produjo muy pronto la explosión de un sincretismo insular que ha guiado su curso histórico desde los orígenes del período moderno. 

No es casual, por lo tanto, que hace unos días filósofos de referencia mundial como el italiano Gianni Vattimo, el argentino afincado en Londres Ernesto Laclau o la belga Chantal Mouffe se reunieran en Las Palmas con grandes nombres propios de otras disciplinas, como el arquitecto y urbanista catalán, Joan Busquets, profesor en Harvard y artífice de la Barcelona olímpica de 1992, el psicoanalista argentino Jorge Alemán, consejero cultural de la Embajada de Argentina en España, la antropóloga brasileña Paula Sibilia o el crítico de cine español Javier Tolentino para hablar sobre La vida que viene. Desafíos, enigmas, cambio y repetición después de la crisis.

De este manera hitos del pensamiento post-esencialista de izquierda tanto europeos como latinoamericanos entraron en diálogo con aquellos ámbitos disciplinares que cuentan hoy en día quizás con las mejores antenas para captar la esencia de la época: el psicoanálisis, la antropología cultural, el cine y el urbanismo. Fue, en consecuencia, un debate intensamente transdisciplinar, que es la marca de un Seminario Atlántico que celebraba su tercera edición. 

Democracia radical versus comunismo posmoderno

No tardó, por lo tanto, la innovadora propuesta de democracia radical de Laclau y Mouffe en contrastarse con la ontología del presente que ocupa en la actualidad al máximo exponente del 'pensiero debole' en Las Palmas de Gran Canaria. La teoría del antagonismo de Laclau y Mouffe, como dimensión ontológica de los sujetos y de lo social, y su concepción de la imposibilidad de la sociedad como el hecho mismo que abre a una construcción política, a la producción de procesos hegemónicos siempre contingentes, fueron expuestas por el primero junto a sus más recientes actualizaciones. Mouffe, por su parte, explicó minuciosamente la perspectiva común favorable a la participación política en esta época de la postpolítica frente al rechazo total al poder de otros pensadores radicales pero del mismo modo frente a la visión gerencial o administrativa de su ejercicio por parte de la izquierda más convencional.

Asimismo, Vattimo, una de los referencias principales de la posmodernidad filosófica, dio cuenta de lo que en su obra última plantea: una tentativa de un comunismo posmoderno y de una religión sin dios. El filósofo italiano, a su vez principal experto europeo en Nietzsche y Heidegger y ahora también eurodiputado, se encuentra volcado en la relación Europa-Latinoamérica. Le interesan los procesos políticos de voluntad transformadora en América Latina frente a una Europa a la que encuentra en vía muerta. “Hace unos años creí que la crisis iba a traer la revuelta social, pero la resignación era enorme. Hoy es sencillamente anormal”.

Democracia radical y comunismo posmoderno, a su vez, fueron luego confrontándose con la propuesta de izquierda lacaniana de Jorge Alemán, autor de proyección creciente que utiliza los instrumentos de la filosofía y el psicoanálisis para pensar la política. Alemán esbozó “la revolución política” que representa la obra de Jacques Lacan. Y explicó los nuevos modos en los que, en el paso de las sociedades disciplinarias a las post-disciplinarias, se presenta el malestar en la cultura, visto por él como la obra o momento en que Freud “hace coincidir la invención psicoanalítica con un pensamiento político nuevo”. Lo contingente del capitalismo aún a pesar de su maridaje de hierro con la técnica, la idea de que las diferencias sociales lo que impiden sobre todo es que emerja la diferencia absoluta de cada sujeto, así como una innovadora definición de la pobreza, señalada no como falta sino como un exceso, un quedarse a solas con el goce, con la pulsión de muerte, despojado de recursos simbólicos, fueron desgranados. Es lo que hay en las villas miseria, dijo: drogas, armas, marcas falsificadas, objetos técnicos y nada más. 

Una crisis de época

La idea central que convocó a todos estos autores en Canarias fue básicamente el hecho de que la dimensión económico-financiera de la primera crisis global es apenas el síntoma de algo más profundo, de una auténtica crisis de época. Como lo fueron desgranando los intervinientes, se entrecruzan, en un primer plano, cinco crisis de distinta naturaleza: la económico-financiera, la crisis alimentaria, la energética, la climático-ambiental y la demográfica. Y lo hacen, por lo demás, en la llamada era informacional, un tiempo refractario a estabilidades, ajeno a rutinas y en el que, por último, las significaciones cambian todo el tiempo de sentido. 

Pero un segundo plano confronta el sustrato material de estas crisis, sus hechos, con una quiebra ya en regla de lo que los sociólogos llaman el programa institucional. Las instituciones sociales básicas –la familia, la escuela, la política, la justicia, el trabajo, el museo, el estado-nación y, por consiguiente, el poder y el saber- aparecen inequívocamente desdibujadas aún en sus formatos menos clásicos; pero incluso en sus nuevas formas también nacen fragilizadas, líquidas. La propia idea de comunidad hace aguas y al final es el propio sujeto el que está en crisis. Un desenlace inesperado toda vez que el triunfo de la democracia liberal en el mundo tras la Guerra Fría, convinieron muchos ponentes, auspiciaba un domingo de la vida, un tiempo consensual, capaz de disolver los antagonismos. Al contrario, estas dos primeras décadas de globalización han acelerado la ya manifiesta culminación de la quiebra de las representaciones surgida en los años sesenta del siglo XX. 

Con todo, y esto fue lo que finalmente centró los mayores debates, no se cesa de intervenir en el mundo tras el último de los desencantos. No se cesa, en fin, de hacer política, no dejan de tener lugar, incluso cada vez más aceleradamente, los intercambios materiales, con la economía y el comercio, no deja de producirse ciencia, técnica, filosofía, psicoanálisis, arte, cine, literatura, música... Pero, a su vez se está todo el tiempo a la espera de un acontecimiento por venir, de un exterior a la sociedad. Es como si, de alguno modo, estas disciplinas y prácticas hubiesen perdido su peso y capacidad, elevando el desajuste ontológico del sujeto.

Fue en este punto donde el pensamiento post-esencialista, en algunas de sus más logradas expresiones, cruzó palabras con la incisiva descripción de los cambios en la subjetividad contemporánea tras la irrupción de Internet -los nuevos medios interactivos y las redes sociales virtuales- realizado por Paula Sibilia. La antropóloga relató el tránsito que va de la aparición del hombre postorgánico y va conduciendo al eclipse de la subjetividad moderna con la búsqueda de una felicidad espectacular, lo que la propia Sibilia ha denominado con mucho éxito “la intimidad como espectáculo”. A su vez el arquitecto Joan Busquets, un mito del urbanismo contemporáneo que mantiene siempre el acento en la naturaleza social de su disciplina, adujo que tras dos décadas de globalización paradójicamente se han alumbrado las condiciones de posibilidad para la ciudad que, a su juicio, debe advenir. Y, tras señalar Busquets que no sólo Europa sino que Latinoamérica se hallan en un momento propicio a estos efectos, fijó sus parámetros: regreso al lugar, recuperación de la lógica de la geografía, reafirmación de la identidad urbana, del “ADN de las ciudades” para que sean una a una frente a la idea de ciudad genérica y creación, en consecuencia, de un doble movimiento de singularidad y diversidad dentro de lo global.

Mientras tanto, el crítico Javier Tolentino, reputado experto en el cine independiente mundial, puso el acento en la relación entre el cine y la verdad, entendida tanto desde la perspectiva formalizable de esta última como desde todo aquello que el saber nunca puede objetivar a causa de la irreductible singularidad del sujeto. Tolentino incluso aludió al relevo en curso, a su juicio, del periodismo por el cine en la función de transmisión de la actualidad para detectar, en este punto, que sin una relación cada vez más estrecha con la verdad, como con el amor, en otro sentido, el cine que viene no llegará, porque apenas siquiera podrá ser.

‘Latinoamérica, laboratorio mundial’ es el título de la IV edición del Seminario Atlántico de Pensamiento, en marzo de 2011. Las Palmas de Gran Canaria, ciudad que aspira a la capitalidad cultural europea en 2016, acogerá nuevamente un programa de máximo nivel para abordar, en su complejidad, la particularidad latinoamericana, en sus nuevos formatos. Se trata de indagar en qué sentido ésta puede representar la universalidad que se corresponde con la segunda etapa de la globalización, recién comenzada, para el mundo occidental, sus proyecciones y sombras. Todo ello, por lo demás, se plantea en una etapa en la cual los hechos rectores del mundo se trasladan al eje Asia-Pacífico. Laclau, Mouffe, Vattimo y Alemán repiten la cita.

Ramonet, Tamames, Marchán, Ábalos…

El primero Seminario Atlántico, Centro y periferia en tiempos de aceleración, contó en 2005 con la presencia, entre otros, del entonces director de Le Monde Diplomatique Ignacio Ramonet, el catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la UNED Simón Marchán, máxima autoridad española en arte contemporáneo, y el arquitecto español Iñaki Ábalos, miembro del estudio Abalos+Sentkiewic y catedrático de Arquitectura del Paisaje en Madrid entre otros. En aquella ocasión se analizaron los cambios en las relaciones centro-periferia no sólo en el ámbito geopolítico y artístico-cultural sino en el desplazamiento, en el interior de muchas disciplinas (la filosofía, el urbanismo...) del interés hacia cuestiones consideradas antes periféricas y que ahora son centrales.

El segundo, Exceso y escasez en la era global, en 2008, tuvo, entre otros, al arquitecto y urbanista catalán Joan Busquets, al catedrático de Estructura Económica Ramón Tamames, uno de los nombres propios de la economía española e histórico ex dirigente del PCE durante la Transición española, al antropólogo catalán Manuel Delgado, al crítico de arte Miguel Cereceda, además de, entre otros, nuevamente a Ignacio Ramonet. En éste se analizó la tensión inédita y las paradojas surgidas en las relaciones entre lo excesivo y lo escaso en muchas prácticas y disciplinas como lo propio de un mundo que representa el estallido de los límites. Su edición en libro fue presentada en 2009 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Al formato digital de ambas ediciones, como en breve también al de La vida que viene, puede accederse gratuitamente desde la página web.